Consejos para mantener el plato de comida siempre libre de bacterias son esenciales para cuidar la salud de toda la familia. Aunque a veces pase desapercibido, este simple objeto puede acumular microorganismos peligrosos. Por eso, la higiene diaria no debe subestimarse.
Una cocina segura comienza con pequeños hábitos constantes. Desde el tipo de esponja que usas hasta la frecuencia con la que limpias los platos, todo cuenta. Prevenir es siempre más fácil que enfrentar problemas de salud.
Los restos de comida y la humedad son un ambiente ideal para bacterias. Y cuando no se limpia correctamente, el riesgo se multiplica. Con simples rutinas, es posible mantener todo bajo control.
En este artículo, te mostramos cómo garantizar que los platos estén siempre limpios y seguros. Descubrirás prácticas recomendadas, productos adecuados y errores comunes que debes evitar. ¡Empecemos a cuidar mejor nuestra cocina!
Puntos clave
- Lávate las manos antes de cocinar y después de manipular alimentos.
- Usa recipientes herméticos para almacenar los alimentos y evita el contacto con el aire.
- Cocina los alimentos a la temperatura adecuada para eliminar gérmenes.
- Descongela los alimentos en el frigorífico y no a temperatura ambiente.
- Mantén la cocina limpia y ordenada para prevenir plagas y contaminación.
Higiene personal en la cocina
La higiene personal es super importante en la cocina. No es solo por dar buena impresión, ¡es que nos jugamos la salud! Te cuento lo que a mí me funciona:
Lávate las manos frecuentemente
Lavarse las manos es la base de todo. Y no vale un agüita rápida, ¡eh! Hay que usar jabón y frotar bien durante al menos 20 segundos. Yo lo hago:
- Antes de empezar a cocinar.
- Después de tocar carne cruda, pollo o pescado.
- Después de ir al baño, ¡obvio!
- Después de tocar cualquier cosa que pueda estar sucia (el móvil, el cubo de la basura, etc.).
Usa ropa adecuada
No voy a cocinar con la misma ropa con la que he estado en la calle, ¡ni loca! Lo ideal es tener ropa específica para cocinar, como un delantal limpio. Y si trabajas en una cocina profesional, ¡ni te cuento! La ropa debe ser clara para ver las manchas al toque.
Mantén el cabello recogido
¡Ay, el pelo! A mí se me cae el pelo a mares, así que siempre lo llevo recogido cuando cocino. Una coleta o un moño son perfectos. Y si eres de los que tienen el pelo largo, una redecilla nunca viene mal. ¡No queremos pelos en la comida!
Almacenamiento seguro de alimentos
¡A ver, gente! Aquí es donde las cosas se ponen serias. No basta con meter las cosas en la nevera a lo loco.
Hay que ser estratégico para evitar que las bacterias se monten una fiesta en nuestra comida. Yo he aprendido a las malas, ¡más de una vez he tenido que tirar comida por no almacenarla bien! Así que, ¡prestad atención!
Utiliza recipientes herméticos
La clave aquí es evitar que el aire entre en contacto con los alimentos. ¿Por qué? Pues porque el aire es como una autopista para las bacterias. Usa recipientes con cierre hermético, bolsas con zip o, si no tienes otra cosa a mano, ¡papel film bien pegadito!
Yo, por ejemplo, siempre tengo un arsenal de tuppers de diferentes tamaños. ¡Me salvan la vida!
Controla la temperatura del frigorífico
Ojo con esto, que es más importante de lo que parece. La temperatura ideal del frigorífico debe estar entre 0°C y 5°C. Si está más caliente, las bacterias se reproducen a toda velocidad. Si está más frío, corres el riesgo de que algunos alimentos se congelen. Yo tengo un termómetro dentro de la nevera para controlarlo, ¡y os recomiendo que hagáis lo mismo!
Evita el contacto con el aire
Como ya he dicho antes, el aire es el enemigo. Además de usar recipientes herméticos, procura no dejar los alimentos cortados al aire libre. Si has abierto una lata, por ejemplo, pasa el contenido a un tupper antes de guardarla en la nevera.
Y si vas a guardar sobras de comida, enfríalas rápidamente antes de meterlas en el frigorífico. ¡Así evitarás que se formen condensaciones y que las bacterias se pongan las botas!
Prevención de la contaminación cruzada

La contaminación cruzada es algo que me tomé muy en serio después de un pequeño susto con una ensalada de pollo que preparé para un picnic. ¡Uf! Desde entonces, soy súper cuidadosa. Se trata de evitar que las bacterias salten de un alimento a otro, especialmente de los crudos a los cocidos. Aquí te dejo mis trucos:
Usa utensilios separados
Lo principal es tener tablas de cortar y cuchillos diferentes para carnes crudas, verduras y alimentos cocidos. Yo tengo unas tablas de colores que me ayudan un montón a no confundirme. Después de usarlas, las lavo con agua caliente y jabón, ¡y a veces hasta les echo un chorrito de lejía diluida para mayor seguridad!
Limpia las superficies regularmente
Después de preparar cualquier cosa, limpio la encimera con un desinfectante. No vale solo con pasar un trapo húmedo, ¡hay que asegurarse de eliminar cualquier bacteria que haya podido quedar! Y ojo, el trapo también hay que lavarlo o cambiarlo con frecuencia, que si no, lo único que hacemos es esparcir la suciedad.
Almacena alimentos crudos y cocidos por separado
En la nevera, siempre coloco los alimentos crudos en los estantes de abajo, así evito que goteen sobre los alimentos cocidos que están arriba. ¡Menudo disgusto me llevé una vez cuando el jugo de un pollo crudo cayó sobre mi tarta de queso!
Desde entonces, soy súper organizada con la nevera. Además, uso recipientes herméticos para guardar la comida, así me aseguro de que no haya fugas ni olores raros. ¡Más vale prevenir que lamentar, como dice mi abuela!
Manejo adecuado de la temperatura
¡Ah, la temperatura! Un tema que me ha dado algún que otro susto en la cocina. Y es que, si no andamos con ojo, las bacterias se ponen las botas. Aquí te dejo mis consejos, basados en alguna que otra experiencia (y algún que otro disgusto):
Cocina los alimentos a la temperatura correcta
Asegúrate de que los alimentos alcancen la temperatura interna adecuada para eliminar cualquier bacteria dañina. No vale eso de “a ojo”. Un termómetro de cocina es tu mejor amigo. Por ejemplo, el pollo debe alcanzar los 74°C, la carne picada 71°C y el pescado, unos 63°C. ¡Más vale prevenir que lamentar!
Enfría rápidamente los alimentos
Si vas a guardar comida cocinada, ¡no la dejes enfriar a temperatura ambiente durante horas! Las bacterias aman ese ambiente cálido. Lo ideal es bajar la temperatura de los alimentos de 60°C a 21°C en un máximo de dos horas, y luego a 4°C en las siguientes cuatro horas.
Yo suelo usar baños de hielo o dividir la comida en porciones más pequeñas para que se enfríe más rápido. ¡Truquitos de abuela que nunca fallan!
Evita la zona de peligro térmico
La famosa “zona de peligro”… ¡entre 5°C y 60°C! Es el rango de temperatura donde las bacterias se multiplican a sus anchas. Por eso, es crucial mantener los alimentos fríos bien fríos y los calientes bien calientes.
Si un alimento ha estado en esa zona durante más de dos horas, ¡mejor tirarlo! No te la juegues, que una intoxicación te puede arruinar el día (y la semana).
Limpieza y desinfección de utensilios
¡Ay, la limpieza de los utensilios! A veces da una pereza… pero es crucial para evitar que las bacterias campen a sus anchas en nuestra cocina. Yo siempre digo que más vale prevenir que curar, y en esto de la higiene, ¡más aún!
Lava los platos correctamente
Lavar los platos no es solo pasarlos por agua y jabón, ¡ojo! Hay que asegurarse de eliminar todos los restos de comida y grasa. Yo, por ejemplo, siempre uso agua bien caliente y un buen estropajo para frotar a conciencia.
Y si tienes lavavajillas, ¡aprovéchalo! Pero recuerda limpiarlo de vez en cuando, que también acumula suciedad.
Desinfecta los fregaderos
El fregadero es un foco de bacterias si no lo limpiamos bien. Después de lavar los platos, yo siempre le doy un buen repaso con lejía diluida o algún desinfectante específico. ¡Y no te olvides de los grifos! A veces se nos olvida, pero también acumulan gérmenes. Yo uso un cepillito para llegar a todos los rincones.
Mantén limpios los electrodomésticos
Los electrodomésticos, como la nevera, el microondas o la batidora, también necesitan una limpieza regular. En la nevera, por ejemplo, yo suelo limpiar los estantes con agua y vinagre para eliminar olores y bacterias. Y el microondas… ¡ay, el microondas! Ese gran olvidado.
Pero con un poco de agua y limón, ¡queda como nuevo! Y no te olvides de la batidora, que a veces se nos acumula comida en las cuchillas. ¡Un buen lavado después de cada uso es fundamental!
Descongelación segura de alimentos
¡Ay, la descongelación! A veces se nos olvida este paso crucial y ahí es donde las bacterias aprovechan para campar a sus anchas. Por experiencia, te digo que más vale prevenir que lamentar, ¡y una intoxicación alimentaria no se la deseo a nadie!
Descongela en el frigorífico
Esta es la forma más segura, aunque también la más lenta. Lo ideal es planificar con tiempo y pasar los alimentos del congelador al frigorífico el día antes. Así, la temperatura se mantiene baja y se evita el crecimiento de bacterias. Además, si al final no necesitas usar ese alimento, ¡lo puedes volver a congelar sin problema! (siempre y cuando no hayan pasado muchos días, claro).
Evita descongelar a temperatura ambiente
¡Ni se te ocurra dejar la carne o el pollo en la encimera durante horas! Es como invitar a las bacterias a una fiesta. La temperatura ambiente es su paraíso, y se multiplican a una velocidad alarmante. Confía en mí, he visto cosas que no creeríais…
Usa el microondas si es necesario
Si tienes prisa, el microondas puede ser tu aliado, pero con cuidado. Asegúrate de usar la función de descongelación y de cocinar el alimento inmediatamente después. El microondas puede calentar algunas partes más que otras, creando zonas donde las bacterias pueden proliferar. ¡Ojo avizor!
Control de plagas en la cocina
¡Ay, las plagas! ¡Qué dolor de cabeza! En mi experiencia, mantener a raya a los bichos es una batalla constante, pero créeme, ¡vale la pena! No solo por la tranquilidad, sino también por la salud de todos. Aquí te dejo algunos consejillos que a mí me han funcionado de maravilla.
Inspecciona regularmente
Revisa cada rincón de tu cocina en busca de señales de plagas. ¿Excrementos? ¿Envases roídos? ¡Ojo! Actuar rápido es clave. Yo, por ejemplo, cada semana le echo un vistazo a los armarios y detrás de los electrodomésticos. ¡Más vale prevenir que lamentar!
Mantén la cocina ordenada
Un espacio limpio y ordenado es menos atractivo para las plagas. Guarda los alimentos en recipientes herméticos, limpia los derrames de inmediato y saca la basura con frecuencia. Recuerdo una vez que dejé un poco de fruta fuera y, ¡madre mía!, al día siguiente tenía una invasión de mosquitas.
¡Desde entonces soy súper cuidadosa!
Utiliza trampas y repelentes seguros
Si la cosa se pone seria, recurre a trampas y repelentes. Pero ¡ojo!, elige productos seguros para tu familia y mascotas. Yo prefiero los remedios naturales, como el aceite de menta para las hormigas o las hojas de laurel para las polillas. ¡Funcionan de maravilla y no son tóxicos!
Conclusión
Mantener tu cocina libre de bacterias es más fácil de lo que parece. Solo necesitas seguir algunos pasos simples y ser constante. Desde lavarte las manos hasta almacenar los alimentos correctamente, cada acción cuenta.
Recuerda que la higiene es clave para evitar enfermedades y disfrutar de comidas seguras. Así que, la próxima vez que cocines, ten en mente estos consejos. Tu salud y la de tu familia te lo agradecerán. ¡A cocinar con seguridad!
Preguntas frecuentes
¿Por qué es importante lavarse las manos en la cocina?
Lavarse las manos ayuda a eliminar gérmenes y bacterias que pueden transferirse a los alimentos y causar enfermedades.
¿Cómo debo almacenar los alimentos en mi nevera?
Los alimentos deben guardarse en recipientes cerrados para evitar que se contaminen con otros alimentos o con el aire.
¿Qué es la contaminación cruzada?
La contaminación cruzada ocurre cuando los gérmenes de un alimento crudo se transfieren a un alimento cocido, lo que puede causar enfermedades.
¿A qué temperatura debo cocinar los alimentos?
Es importante cocinar los alimentos a una temperatura de al menos 70ºC para matar cualquier bacteria dañina.
¿Cómo puedo descongelar alimentos de manera segura?
La mejor forma de descongelar alimentos es en el frigorífico, ya que esto evita el crecimiento de bacterias.
¿Qué debo hacer para controlar plagas en la cocina?
Es recomendable mantener la cocina limpia y ordenada, y revisar regularmente si hay signos de plagas.