Qué hacer si tu mascota hace lío en casa puede parecer un misterio al principio, pero con las herramientas adecuadas, todo se vuelve más claro. Los destrozos no siempre son rebeldía: muchas veces son una forma de comunicar algo. Entender el motivo es el primer paso para encontrar la solución.
La convivencia con animales trae momentos de ternura, pero también desafíos. Desde muebles mordidos hasta objetos fuera de lugar, estos comportamientos pueden desgastar la paciencia. Saber cómo actuar es fundamental para mantener la armonía en el hogar.
Además de corregir, es importante prevenir. La clave está en anticiparse a las situaciones que pueden generar estrés, aburrimiento o exceso de energía en tu mascota. Crear un entorno equilibrado favorece el buen comportamiento.
En este artículo, encontrarás consejos prácticos y efectivos para manejar estas situaciones del día a día. Descubrí cómo establecer límites sin perder el vínculo con tu compañero de cuatro patas. Vamos juntos hacia una convivencia más tranquila.
Consejos clave
- Identifica las causas del desorden, como aburrimiento o ansiedad.
- Establece una rutina diaria para tu mascota.
- Utiliza refuerzos positivos para fomentar buenos comportamientos.
- Proporciona juguetes interactivos y un espacio seguro.
- Busca ayuda profesional si los problemas persisten.
Identificando las causas del desorden en casa
¡Ay, los destrozos! ¿Quién no ha llegado a casa y se ha encontrado con un panorama digno de película de terror, protagonizado por su propia mascota?
Antes de que te tires de los pelos, vamos a ver por qué tu peludo se está portando como un pequeño demonio. A veces, la razón es más sencilla de lo que parece, ¡y tiene solución!
Aburrimiento y falta de ejercicio
Un perro o gato aburrido es un desastre en potencia. Imaginate estar encerrado todo el día sin nada que hacer. ¡Yo también mordería el sofá! Si tu mascota no tiene suficiente actividad física o mental, es probable que canalice esa energía acumulada en travesuras.
Un paseo más largo, juegos interactivos o incluso un compañero de juegos pueden hacer maravillas. ¡Te lo digo por experiencia!
Ansiedad por separación
Este es un clásico. Algunos perros (y gatos también, aunque lo disimulen mejor) sufren cuando se quedan solos. Lloran, ladran, destrozan cosas… ¡Es su manera de decir “no me dejes!”
No es que sean malos, ¡es que te echan de menos! En estos casos, hay que trabajar la ansiedad poco a poco, creando asociaciones positivas con tu ausencia.
Falta de entrenamiento adecuado
A veces, el problema no es que tu mascota sea traviesa, sino que no sabe qué se espera de ella. Un buen entrenamiento, desde cachorro, es fundamental para establecer límites y enseñarle las normas de la casa. Si no le enseñas qué puede morder y qué no, ¿cómo va a saberlo?
¡Es como si te pidieran que hables chino sin haber estudiado! Paciencia, constancia y refuerzo positivo son la clave. Y si te sientes perdido, ¡siempre puedes buscar la ayuda de un profesional!
Estrategias para corregir el comportamiento
¡A ver, que todos nos equivocamos! Y nuestros peludos también. Pero, ¿cómo les enseñamos el camino correcto sin regañarlos todo el tiempo? Aquí te cuento lo que a mí me ha funcionado, ¡y espero que te sirva!
Establecer una rutina diaria
Una rutina bien definida es la base para un perro equilibrado. Los perros son animales de costumbre, y saber qué esperar les da seguridad. Intenta fijar horarios para:
- Paseos (¡y que sean a la misma hora!).
- Comida (nada de dejar el plato lleno todo el día).
- Juego (¡importantísimo para gastar energía!).
Si tu perro sabe cuándo va a comer, cuándo va a salir y cuándo va a jugar, estará mucho más tranquilo y menos propenso a buscarse líos por aburrimiento.
Uso de refuerzos positivos
¡El refuerzo positivo es la caña! En lugar de castigar lo que no quieres, premia lo que sí. ¿Se sentó cuando se lo pediste? ¡Premio! ¿No mordisqueó el sofá? ¡Premio! Los premios pueden ser:
- Comida (trocitos pequeños y sabrosos).
- Caricias y palabras de ánimo.
- Juguetes (su favorito, ¡claro!).
Recuerda, el refuerzo debe ser inmediato para que el perro asocie la acción con la recompensa. Y sé constante, ¡la paciencia es clave!
Redirigir la atención del perro
A veces, el perro está a punto de hacer una trastada, ¡y lo sabes! En lugar de gritarle, redirige su atención. Por ejemplo, si está mordisqueando un zapato, ofrécele un juguete que sí pueda morder.
O si está ladrando a la puerta, llámalo para que haga otra cosa, como sentarse o dar la pata. ¡Funciona de maravilla! Es como cuando los niños se ponen pesados, ¡hay que distraerlos!
Cómo prevenir que tu mascota haga lío
¡Ay, el terror de llegar a casa y encontrar un desastre! A todos nos ha pasado, ¿verdad? Pero no te preocupes, que aquí te doy unos tips para evitar que tu mascota se convierta en un pequeño demonio cuando no estás.
Proporcionar juguetes interactivos
Los juguetes interactivos son la clave para mantener a tu mascota entretenida y evitar que se aburra. Piensa en juguetes que pueda morder, romper (de forma segura, ¡ojo!), o que le hagan pensar un poquito. Yo siempre tengo un par de juguetes rellenos de comida escondidos por la casa, ¡les encanta buscarlos!
- Juguetes tipo Kong para rellenar con comida.
- Rompecabezas para mascotas con premios.
- Juguetes de cuerda resistentes para morder.
Crear un espacio seguro
Un espacio seguro, como una jaula o una camita cómoda, le da a tu mascota un lugar donde sentirse protegida y relajada. Si se siente segura, es menos probable que recurra a comportamientos destructivos por ansiedad. Yo le puse a mi perro una camita en mi oficina, ¡y ahora le encanta echarse ahí mientras trabajo!
- Asegúrate de que el espacio sea cómodo y tranquilo.
- Incluye sus juguetes y mantas favoritas.
- Nunca uses este espacio como castigo.
Socialización adecuada desde cachorro
La socialización temprana es súper importante para que tu cachorro aprenda a interactuar con otros animales y personas de forma adecuada.
Un perro bien socializado es menos propenso a desarrollar miedos o agresividad, lo que puede llevar a comportamientos destructivos. ¡Llévalo al parque, preséntale a tus amigos, que conozca el mundo!
- Exponlo a diferentes entornos, sonidos y personas.
- Organiza encuentros con otros cachorros en un ambiente controlado.
- Refuerza las interacciones positivas con premios y elogios.
La importancia de la educación positiva
La educación positiva es clave, ¡y te lo digo por experiencia! Cuando adopté a mi perro, al principio fue un caos. Pero en cuanto empecé a usar el refuerzo positivo, ¡madre mía, qué cambio! Es como si de repente entendiera lo que quería de él.
Evitar el castigo físico
El castigo físico, ¡ni pensarlo! No solo es cruel, sino que además no funciona a largo plazo. Lo único que consigues es que tu mascota te tenga miedo y se estrese. Y un perro estresado es un perro que, como decimos por aquí, “arma la gorda”. En lugar de eso, enfócate en lo que sí quieres que haga.
Reforzar comportamientos deseados
Aquí está el truco: premia cada vez que tu perro haga algo bien. Al principio, puedes usar chuches, pero luego puedes ir cambiando a caricias, palabras de ánimo o incluso un simple “¡muy bien!”. Lo importante es que tu perro asocie ese comportamiento con algo positivo.
A mí me funcionó de maravilla cuando le enseñé a sentarse. Cada vez que lo hacía, ¡premio al canto! Y al final, lo hacía sin que se lo pidiera.
Construir un vínculo de confianza
La educación positiva no solo sirve para que tu perro aprenda trucos, sino que también fortalece el vínculo entre los dos. Cuando tu perro confía en ti, está más dispuesto a colaborar y a aprender. Y eso, al final, se traduce en una convivencia mucho más armoniosa. ¡Te lo aseguro!
Cuándo buscar ayuda profesional

A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, los líos de nuestras mascotas persisten. ¡Y vaya que lo sé! Con mi perro, Bruno, intenté de todo, pero parecía que cada vez que salía de casa, encontraba un nuevo desastre. Ahí fue cuando me di cuenta de que necesitaba ayuda extra. No te sientas mal si llegas a este punto; a veces, un profesional puede ver cosas que nosotros no.
Identificar problemas persistentes
Si notas que los destrozos son constantes, que tu mascota muestra signos de ansiedad severa (como ladridos excesivos o intentos de escape), o que simplemente no ves mejoría con las estrategias que has implementado, es hora de considerar buscar ayuda. Un problema persistente no solo afecta tu hogar, sino también el bienestar de tu mascota.
Consultar a un veterinario
Lo primero es descartar cualquier problema de salud. A veces, un cambio repentino en el comportamiento puede ser síntoma de una condición médica subyacente. Un veterinario puede realizar un chequeo completo y, si es necesario, derivarte a un especialista en comportamiento animal.
Considerar un adiestrador canino
Un adiestrador canino puede ofrecerte herramientas y técnicas específicas para abordar los problemas de comportamiento de tu mascota. Ellos pueden evaluar la situación en detalle y crear un plan de entrenamiento personalizado. ¡Ojo!
Busca un adiestrador que utilice métodos de refuerzo positivo, nada de castigos, ¿eh? Eso solo empeora las cosas. En mi experiencia, un buen adiestrador puede hacer maravillas, ¡es como tener un traductor para entender a tu perro!
Consejos para mantener la calma en casa
¡Ay, la tranquilidad del hogar! A veces parece una misión imposible con nuestras mascotas, ¿verdad? Pero no te preocupes, que aquí te doy algunos trucos que a mí me han funcionado de maravilla. No son infalibles, ¡pero ayudan un montón!
Crear un ambiente relajante
Lo primero es crear un espacio donde tu mascota se sienta segura y tranquila. Esto puede significar desde poner música suave (a mi perro le encanta la música clásica, ¡quién lo diría!) hasta usar difusores de aromas relajantes (ojo, ¡que sean seguros para animales!).
También es importante que tenga su propio rincón, su camita o su manta favorita, donde pueda retirarse cuando necesite un respiro. Yo le puse una camita a mi perro en un lugar tranquilo de la casa, ¡y ahora es su refugio favorito!
Ejercicios de relajación para mascotas
Al igual que nosotros, las mascotas también se benefician de ejercicios de relajación. Podemos probar con masajes suaves, caricias lentas y hablarles en un tono de voz calmado. A veces, simplemente sentarnos a su lado y respirar profundamente puede ayudarles a relajarse. ¡Pruébalo, no pierdes nada! A mi perro le encanta que le rasque detrás de las orejas, ¡se queda dormido al instante!
Establecer límites claros
Aunque suene contradictorio, establecer límites claros ayuda a que tu mascota se sienta más segura y, por lo tanto, más tranquila. Saber qué se espera de ellos les da una sensación de control y reduce la ansiedad.
Esto implica ser consistente con las reglas de la casa y corregir comportamientos no deseados de manera firme pero amable. ¡Ojo, sin gritos ni castigos! Por ejemplo, si no quieres que suba al sofá, sé constante y dile “no” cada vez que lo intente, redirigiendo su atención a otra cosa. Con paciencia y constancia, ¡lo conseguirás!
Manejo de situaciones de estrés en mascotas

¡Ay, el estrés! No solo nosotros lo sufrimos, nuestros peludos también. Y a veces, ese estrés se manifiesta en comportamientos que nos sacan de quicio. Pero, ¡ojo!, antes de regañar, hay que entender qué está pasando. Te cuento algunas cosillas que a mí me han funcionado, ¡y espero que te sirvan!
Identificar señales de estrés
Lo primero es ser observador. ¿Tu perro está bostezando mucho, pero no tiene sueño? ¿Se lame el hocico constantemente? ¿Se esconde o se muestra más reactivo de lo normal? ¡Ojo avizor! Estas pueden ser señales de que está estresado.
Cada mascota es un mundo, así que toca aprender a leer su lenguaje corporal. A mí me costó un poco al principio, pero con paciencia, ¡se logra!
Técnicas de desensibilización
Si ya identificaste qué le causa estrés a tu mascota (por ejemplo, los petardos, el coche, o la visita al veterinario), puedes intentar la desensibilización. ¿Cómo? Exponiéndolo gradualmente a ese estímulo, pero de forma controlada y positiva.
Por ejemplo, si le dan miedo los petardos, puedes ponerle grabaciones a bajo volumen mientras le das un premio. Poco a poco, vas subiendo el volumen, siempre observando su reacción. ¡La idea es que asocie ese estímulo con algo bueno!
Uso de feromonas y suplementos
Si el estrés es muy fuerte, a veces es necesario recurrir a una ayudita extra. Las feromonas (en difusor o spray) pueden ayudar a crear un ambiente más relajado. También existen suplementos naturales que pueden reducir la ansiedad. ¡Ojo!, antes de darle cualquier cosa, consulta con tu veterinario.
Él sabrá qué es lo mejor para tu mascota. Yo probé un difusor de feromonas cuando mi gato se mudó conmigo y noté una diferencia, ¡se adaptó mucho más rápido!
Reflexiones finales
En resumen, lidiar con los desastres que puede causar tu mascota en casa no tiene por qué ser una tarea abrumadora. Con un poco de paciencia, amor y las estrategias adecuadas, puedes ayudar a tu compañero peludo a comportarse mejor.
Recuerda que la clave está en la prevención: establece rutinas, proporciona suficiente ejercicio y estimulación mental, y nunca dudes en buscar ayuda profesional si es necesario. Al final del día, lo más importante es fortalecer el vínculo con tu mascota y disfrutar de su compañía sin preocupaciones. Así que, ¡manos a la obra y a disfrutar de la vida con tu amigo de cuatro patas!
Preguntas frecuentes
¿Por qué mi perro hace lío en casa?
Los perros pueden hacer lío por varias razones, como aburrimiento, ansiedad o falta de entrenamiento. A veces, solo quieren llamar tu atención.
¿Cómo puedo entrenar a mi perro para que no haga destrozos?
Establecer una rutina diaria y usar refuerzos positivos, como premios, puede ayudar mucho. También es importante redirigir su atención cuando empieza a hacer algo que no debe.
¿Qué tipo de juguetes son buenos para mantener a mi perro ocupado?
Los juguetes interactivos son excelentes para mantener a tu perro entretenido. Puedes elegir juguetes que estimulen su mente y lo mantengan activo.
¿Cómo puedo ayudar a mi perro si tiene ansiedad por separación?
Puedes crear un ambiente relajante y enseñarle a estar solo poco a poco. También hay técnicas de desensibilización que pueden ser útiles.
¿Cuándo debo buscar ayuda profesional para mi perro?
Si tu perro sigue haciendo lío a pesar de tus esfuerzos, o si muestra comportamientos extremos, es hora de consultar a un veterinario o un entrenador.
¿Cómo puedo mantener la calma en casa con un perro inquieto?
Crear un ambiente tranquilo, establecer límites claros y practicar ejercicios de relajación con tu perro puede ayudar a mantener la paz en casa.